Sueño de una noche de verano

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Con cierto riesgo a ser quemado vivo por superfluo, debo admitir que Shakespeare no es de mis autores favoritos, en dado caso prefiero a la segunda escritora inglesa más conocida, Jane Austin. El estilo de Shakespeare, me parece pesado aunque en ocasiones genera laconismos y apotegmas dignos sólo de él.

Sueño de una noche de verano, es una comedia ligera  donde un cuarteto amoroso integrado por Lisandro, Demetrio,  Herminia y Elena deberán pasar una noche en los bosques atenienses y vivir una aventura de amor y desamor en manos de Oberón, rey de las hadas que, con ayuda de Puck su duende, juegan con los sentimientos y realidad de aquellos pobres enamorados. De esta forma hacen que aquéllos entreguen su corazón a personas que antes les eran ajenas y traten con desdén a quienes antes amaban.

Para fortuna de nuestros personajes sus aventuras llegan a buen fin, pues Oberón, vuelve a interceder para solucionar el caos causado por Puck y nuestros amantes consideran los eventos de aquella noche como los efectos del sueño de una noche de verano en los bosques atenienses.

Algunas frases para recordar:

- Has extraviado astutamente el corazón de mi hija, y convertido la obediencia que me debe en ruda obstinación.
  
- Desearía  solamente que mi padre pudiese mirar con mis ojos.

- Por falta de lluvia mis rosas se descoloran y marchitan tan pronto, aunque yo podría regarlas de sobra con al tormenta de mis ojos.

-¿Por qué, si las enfermedades son contagiosas, no hubo de serlo el favor? Entonces tomaría yo el vuestro antes de irme: mi oído adquiriría vuestra voz, mis ojos el encanto de los vuestros, mi lengua la dulce melodía de la vuestra. Si todo el mundo fuera mío… excepto Demetrio, os daría el mundo todo.

- Mi insensatez no es culpa tuya, sino de tu belleza

- Mañana a la noche, cuando Febe contemple su argentada faz en el cristal de las aguas, convirtiendo en perlas liquidas el rocío sobre las hojas del césped.

- Hasta mañana a media noche hemos de privar nuestros ojos del alimento de los amantes

- Me extravío fascinado por tus ojos e involuntariamente me ciego yo admirando las cualidades que en ti veo

- ¡Que tentadores se ostentan tus labios, como cerezas maduras para los besos!

- ¿Y por qué se quedaría aquel a quien el amor llama a otra parte?

- Pienso que todavía dormimos… que soñamos…. En el camino narraremos nuestros sueños.

- Los enamorados y los locos viven tan alucinados, y con tan caprichosas fantasías, que imaginan más de lo que la fría razón puede comprender.

- ¿Cómo engañaremos al perezoso tiempo, si no con algún deleite? 

- No basta hablar, sino hablar con propiedad

- Es verdad que ha repetido su prólogo como un niño su lección: todos sonidos y ningún discernimiento.

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