Libertad de expresión, dicen que es un derecho fundamental de todo ser humano que nos permite manifestar las ideas y creencias a las cuales nos sentimos religados sin necesidad de pedir permiso a algún gobierno o poder fáctico y sin temor a represalia o discriminación alguna. ¿Pero hasta donde llega esta libertad de expresión? Evidentemente su límite llega hasta donde existe el derecho de otro para no causar un daño o perjuicio moral o material.
Desafortunadamente este derecho fundamental no es utilizado para la manifestación de ideas, sino como pretexto para generar violencia y vandalismo. Entre los múltiples y muchos ritos vandálicos de las masas encontramos destrozos en estadios, golpes y afrentas con la policía, pintas en la propiedad pública, romper ventanas, vidrios, puertas históricas como las de la SEP y ahora el águila tan representativa y querida de nuestra Facultad de Derecho no ha sido la excepción.
Con pretexto de las marchas para conmemorar el 2 de octubre del 68 un grupo de vándalos pintó, dañó y tiró el águila de nuestra Facultad. ¿Esto es libertad de expresión? ¿Qué sentido tiene dañar la propiedad ajena? ¿Cuál es el mensaje de este acto irracional? Tristemente no encuentro ninguna respuesta.
